La flora, en el Llano en llamas
Juan Rulfo nos lleva en su libro de cuentos “El Llano
en llamas por un camino tormentoso, nuestro territorio mexicano, este
territorio árido, pero poco conocido por la mayoría de los mexicanos.
Nos muestra senderos donde pocos se atreven a transitar,
tierra seca, donde la vegetación, nos muestra un panorama hostil a los seres
vivientes que habitan en él.
Los que ahí habitan, tienen la necesidad de ingerir algunas
plantas comestibles con sabores desagradables, salvo el poco maíz ahí cultivado,
donde los ríos que aparecen en el ambiente son considerados casi un oasis por
sus personajes.
El dolor de la pobreza se mezcla con la vista del
paisaje alrededor de los protagonistas.
En los paisajes que podemos ver a lo largo de cada uno
de los cuentos podemos encontrar una variedad de vegetación, que solo, o en su mayoría
se encuentra en los lugares de tierra seca, sin vida o tratando de vivir lo más
posible.
Las yerbas bajas con espinas sirven para que los delincuentes
se oculten de sus perseguidores, y por su camino el personaje se va encontrando
con obstáculos como pueden ser las ramas rotas que están por el camino que
transita.
En medio de la travesía nos podemos encontrar con
palos guajes sin hojas, caminos tortuosos y llenos de olvido, como las personas
que andan por esas tierras; podemos ver que en ellas se encuentran espinas,
espigas secas y silvestres.
En el río podemos encontrar sabinos florecidos los
cuales se tiñen de amarillo, dan cuenta de su color por la cercanía del río, podemos
ver yedra que baja desde los altos sabinos y se hunde en el agua, en ese tipo
de campo no se encuentra nada que comer más que puros yerbajos o también se
pueden comer flores de obelisco para entretener el hambre.
Podemos encontrarnos todo tipo de ramas llamadas de
diferente manera cada una, como por ejemplo las ramas de huizache, las marañas
de los tepemezquites o tener que quemar el Cuastecomate para tener un espacio
libre para jugar el toro, o teniendo que hacerse camino entre los madroños, o teniendo
que comer solo verdolagas que es la yerbita que se encuentra en el camino; sintiendo
como el viento sopla llevándose la tierra seca, también podemos encontrar en
ese lugar dulcamaras, esas plantitas tristes, que apenas si pueden vivir un
poco untadas en la tierra; escondidas entre las piedras florece el chicalote
con sus amapolas blancas, pero al igual que las anteriores pronto se marchitan.
El agua del río hace ruido al tocar con sus aguas las
ramas de los camichines, y el aire moviendo suculentamente las hojas de los
almendros, y ahí comenzaba a crecer la milpa para después darles maíz seco a
los puercos flacos.
Allá donde no se da nada encontraras una yerba con la
que solo podrás probar mezcal con una yerba llamada hojasé, que cuando te tomas
los primeros tragos estarás dando pronto de volteretas.
Este lugar parece haber sido credo para castigar a la
gente que debe pagar un karma de vidas pasadas, y ese mismo lugar es en la
actualidad en el que viven muchas personas, donde el único pecado cometido es haber
nacido en esa tierra de pobreza.
Cualquier parecido con la realidad actual es mera
coincidencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario